sábado, 11 de marzo de 2017

Cómo elegir un SGA (WMS) 2ª parte

Pues lo primero que debes conocer son los requerimientos (necesidades) de tu almacén. ¿Y cuáles son esos? Pues esto de “tus necesidades” es algo muy variable pero se asemeja mucho a lo que serían “tus problemas” cotidianos en el almacén. Recuerda que la misión fundamental de una IMPLANTACIÓN como la de un SGA es ayudarte a resolver problemas, tanto los del almacén como muchos otros que sufres y  sufren (no precisamente en silencio) otros departamentos, por ejemplo el Departamento comercial o el de compras.
Te pongo unos ejemplos:
  • No consigo mantener el orden en mi almacén.
  • Nunca encuentro casi nada a la primera
  • Me paso horas buscando cada artículo que no sea de los habituales.
  • Estoy harto/a de las quejas del departamento comercial. Me culpan de la mala racha de ventas.
  • Carezco de información sobre el almacén excepto la que me da mi propia memoria y experiencia.
  • Las entradas son un caos.
  • No consigo tener homogeneidad en la jornada laboral, o estamos parados, o tan saturados de pedidos que no damos abasto.
  • Hago más horas que un reloj y no consigo ordenar el almacén.
  • Si coloco un producto problemático bien a la vista para localizarlo con rapidez, nadie lo pide hasta que decido cambiarlo de sitio, precisamente porque nadie lo pedía.

A la hora de ponerte a elegir cuál será el mejor software para la gestión de tu almacén, es fundamental que entiendas, que el software NO ES UN MILAGRO, es una ayuda más y que por supuesto sólo podrá ayudarte si tienes muy claro de antemano en qué procesos o puntos concretos necesitas esa ayuda.
Por ejemplo, ¿en qué problemas concretos nunca va ayudarte un SGA?
  • No tengo el organigrama del almacén bien definido, de hecho ni lo tengo definido.
  • ¿Procedimientos de almacén, instrucciones de trabajo? ¿Eso qué es?
  • La verdad es que no tengo muy claro con qué referencias sigo el FIFO y con cuáles no.
  • No sé cuándo clasificar una o varias referencias como obsoletas. Ni siquiera sé qué hacer con los obsoletos, caso de que los haya.
  • ¿Clasificación ABC, nivel de servicio? No…, bueno me suena pero no mucho.

Ciertas necesidades organizativas, operativas o de falta de conocimientos, no van a ser resueltas por un SGA. Es más, mi consejo es que las resuelvas ANTES de meterte en un SGA porque si no puede darse el caso de que la entrada de un SGA, las empeore.
En una ocasión, hace ya algunos años, me llamaron para tratar de arrojar algo de luz sobre un almacén que pese a tener un SGA implantado y en funcionamiento, en palabras del Director de producción “fallaba más que una escopeta de feria. Es una verdadera m…”. Por experiencia os digo que los SGA en general NO suelen fallar nunca, los que SÍ suelen fallar son los usuarios al manejarlo. Os cuento:
En esta empresa, la materia prima desde que entraba hasta que se ubicaba en las estanterías, para su posterior uso, normalmente estaba perfectamente controlada (ej.: bola metálica; tornillos). La trazabilidad era completa y perfecta. PERO, en el momento cualquiera de estas  referencias de materia prima se extraía de las estanterías para llevarlas a la cadena de producción (o al departamento de calidad), misteriosamente desaparecía del sistema. Y lo mejor (mejor dicho lo peor) era que el producto acabado (bola + tornillo = pomo) en el caso de producción (en el que intervenía dicha referencia) o el producto revisado (la bola por ejemplo) en el caso de calidad, a veces reaparecía, a veces no. Y encima en el sistema había en muchísimas ocasiones sobre stock de bolas y tornillos que en realidad, cuando el operario iba a por ellos, no estaban. Por tanto, producción se paraba (y enfurecía), compras corría (y se enfurecía) y el malestar con sus consiguientes consecuencias, campaban a sus anchas días sí, día también, ya que esto ocurría  con multitud de referencias.

Solución: ¿Por qué ocurría esto? ¿Por qué? Quizá la mejor pregunta que ha podido nunca formularse el hombre. Para no extenderme voy a centrarme en lo que ocurría en el caso de la referencia que se perdía (o no) en la cadena de producción.  Producción, realmente hacía muy bien su trabajo, juntaba una bola y un tornillo y producía un pomo. ¿Entonces? Pues bastó con ir al final de la cadena, donde se empaquetaban en cajas de 20 unidades los pomos y se agrupaban en los palés que luego se reubicarían en el almacén, y preguntar al operario que se llevaba dichos palés a ubicar con su carretilla: ¿por qué desaparecen los pomos cuando llegan aquí?
Muy sencillo – me dijo – porque el software no puede transformar un tornillo más una bola en un pomo, por lo tanto lo que hacemos es dar de baja tantos tornillos y bolas, como pomos se han fabricado y después damos de alta esos pomos. Luego los ubicamos. Lo que pasa es que a veces, con las prisas, damos de alta los pomos sin haber eliminado los tornillos y las bolas y cuando eso ocurre muchas veces empieza a descuadrarse el almacén. Otras veces solo damos de alta los pomos que ya están en los pedidos del día (para que salgan en el mismo día) y se nos olvida dar de alta el resto después.
-   ¡Ah! ¿Y hay más referencias con las que ocurra esto?
-   ¡Uf! ¡Casi todas!
Y se fue.
Este es un ejemplo clarísimo de mala planificación previa a la elección de un SGA. Tenemos necesidad de producir PERO elegimos un software que carece de herramientas de producción. Además, luego nos dedicamos a desprestigiar al SGA cuando en realidad el error no es del software sino del humano que no planificó adecuadamente. Lo mismo sirve para la creación de kits. Si tu empresa, o tu almacén, crea kits, packs grupos (en general si se venden referencias diferentes a como se compran) o como quieras llamarlo, es decir, si selecciona una serie de referencias individuales, las agrupa todas juntas en un mismo envase y al grupo formado le da otro nombre (ej.: juntamos diez rotuladores de diferentes colores en una caja que se llama “caja multicolor”), tu SGA debe estar preparado para ello, si no, ocurrirá lo de siempre, que el trabajo no para, las “artimañas” aparecen y en consecuencia el caos está casi garantizado y a todo el mundo le parecerá que la culpa es del pobre SGA.
Aprovecho este momento para soltar otra frasecita: La persona que mejor conoce los problemas (necesidades) de un almacén (y de muchos otros sitios) es SIEMPRE aquél que los sufre de primera mano  trabajando. Conviene invertir tiempo en escucharle. Y en muchísimas ocasiones también conoce de sobra la “causa raíz” del problema, aunque su solución no sea la óptima, o no sea la óptima para ti.
A la hora de elegir un SGA también es muy importante que tengas claro en qué NO NECESITAS LA AYUDA DEL SOFTWARE. Aunque esto pueda parecerte extraño así es. Quiero decir que será importante que sepas cuál quieres que sea el modus operandi que NO DESEAS que un software te cambie. Cada programa tiene una forma diferente de entender las entradas, las salidas, los pedidos, el picking y esa forma de entender cada proceso del almacén, en ocasiones puede ser incompatible con tu forma de trabajar actual, o con la política de tu empresa o con otras muchas facetas que no deseas modificar (bien tú o bien tu compañía). Un proyecto de nueva  implantación es muy parecido a una negociación: tú tendrás que ceder en algunos puntos y adaptarte a la nueva forma de trabajar del software, PERO el proveedor de software también deberá adaptar su producto a algunas formas de trabajar que te son propias y/o que forman parte de tu identidad corporativa.
Así que mi primer consejo es: define claramente cuáles son tus necesidades actuales en el almacén. Define tus procesos (entradas, salidas, picking, INVENTARIO), cada detalle de tu forma actual de trabajar es importante, verás que en cuanto dediques tiempo a definir tus procesos, saldrán simultáneamente tus necesidades. Por ejemplo: los palés de cajas de cartón siempre se ubican en la estantería grande porque no caben en ningún otro sitio. Pues el SGA debe poder seguir haciendo lo mismo, esa necesidad tuya debe ser capaz de mantenerse cuando implantes un SGA. Si no… imagina el lío en ciernes.
Cuando digo DEFINIR, digo ESCRIBIR. Si no eres capaz de escribirlo, no existe. Si escribir se te hace demasiado cuesta arriba, descárgate una App de grabación de voz en tu móvil y grábalo. PERO HAZLO. Todo aquello que no definas, NO EXISTE. Si no lo haces, atente a las consecuencias, no digas que no te lo advertí.
Lo que no se define no se puede medir
Lo que no se mide no se puede mejorar
Lo que no se mejora, se deteriora siempre.
Cuando los diferentes comerciales de software de almacenes empiecen a visitar tus instalaciones, lo primero que harán (y te aconsejo que al que no lo haga lo descartes sin miramientos) será tratar de averiguar cómo trabajas (tus procesos y  necesidades) para ver si su producto puede adaptarse a ti o al revés. Si tú ya tienes ese trabajo adelantado, podrás entregárselo directamente para que ellos lo estudien y no repetirlo una y otra vez a cada comercial. Además, ellos mismos con sus preguntas te harán ver pequeños detalles importantes que a ti se te pasarán por alto (por la fuerza de la costumbre) y si tienes un documento en el que anotar esos detalles, afinarás mucho más el estudio de tus propias necesidades y procedimientos. Te recomiendo que tengas paciencia, es un trabajo lento que debe hacerse con meticulosidad.
Bien, dado que esta serie de artículos va destinada a que seáis capaces de elegir bien un SGA, quizá sea el momento de empezar a DEFINIR, qué es capaz de hacer un SGA. Ese será el tema principal de mis siguientes entradas.
Un saludo amigas y amigos.
Y recordad que: Un almacén sin errores es un almacén feliz.